1. Sana las heridas
del pasado: No podemos cambiar nuestro pasado. ¡Lo pasado ya pasó! Sólo
podemos cambiar lo que sentimos respecto a él y la forma en que nos afecta es
este momento. Practica el perdón. Llénate de amor y del deseo de ser libre de
ese recuerdo, perdona a quien te hizo daño. Esta es la forma más sencilla para
dejar el pasado atrás.
2. Cree en ti, mejora tu autoestima:
Recupera la seguridad y la confianza en ti mismo y en la vida. Repite
constantemente a lo largo del día, frases positivas como: “Yo Soy exitoso”,
“¡Yo merezco una vida mejor!”. Estas afirmaciones dichas con certeza te
ayudarán poco a poco a mejorar tu estado de ánimo, tu actitud, y lo más
importante es que comenzarás a crear mentalmente una nueva realidad para ti.
3. Cambia tu visión: Deja de
fluir tu atención sólo en las cosas negativas que ocurren en el trabajo, en tu
casa, en tu país... y comienza a reconocer todo lo positivo, bueno e importante
que también sucede a tu alrededor, no veas el vaso medio vacío, mira un vaso
medio lleno. De esta manera, mejorará tu ánimo, recuperarás las ganas de
trabajar, de continuar poniendo lo mejor de ti con la confianza de una vida
mejor. Recuerda, ningún esfuerzo positivo se pierde.
4. Refuérzate con pequeños logros:
Empieza por tener metas pequeñas y cotidianas, como: levantarse temprano, hacer
ejercicio, cumplir con excelencia en tu trabajo, ser amable con las personas
que rodean tu vida. Cumplir con tus propósitos cada día te hará más seguro y
motivado a lograr metas mayores.
5. Practica la sonrisa: ¿Te has
fijado en la expresión de la cara que tienen las personas a tu alrededor? ¿En
él trafico? ¿O en una sala de espera? ¿O la que tienen las personas en un
ascensor? Generalmente ponemos mala cara, reflejamos en nuestro rostro con
mucha claridad las preocupaciones y la tensión de la vida diaria sin darnos
cuenta. Comienza por iluminar tu rostro con una sonrisa, recuerda el viejo
dicho: “Al mal tiempo, buena cara”.
6. No te dejes afectar
por la negatividad externa: Toma la decisión de no permitir que los
comentarios y las experiencias negativas de otros bajen tu entusiasmo y
debiliten tu confianza. Cada uno de nosotros tiene una vivencia personal e
individual; la tuya tiene que ser positiva. No seas partícipe de difundir o
escuchar rumores negativos de los cuales no eres testigo, convierte tu casa en
un lugar a salvo donde puedas descansar junto a tus seres queridos, para
recuperar el optimismo y las ganas de vivir.
Maytee Sepúlveda
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