martes, 29 de abril de 2014

LEY DE LA CORRESPONDENCIA

Esta Ley se basa en un lema que dice: Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba”. Este principio encierra la verdad de que entre los diferentes planos en que se manifiesta la vida, existe una concordancia o correspondencia que nos unifica, es decir, ellos se entrelazan los unos con otros formando un todo armónico.
Según Hermes considera que la vida se manifiesta en tres planos principales: Plano Físico, Mental y Espiritual y estas divisiones son más o menos arbitrarias, porque solamente son separadas por un grado de vibración, y no existe exactamente una línea divisoria que los separe, sino que según el grado de vibración uno se va esfumando en el otro, hasta constituir ese todo armónico, siendo su punto de manifestación más denso más bajo, la materia, y el más alto, el espíritu. A más alta vibración mayor altura de manifestación viviente; a más baja vibración, manifestación más baja en la escala de la vida. Estos tres grandes planos pueden ser considerados como tres grupos de vida en manifestación.
Recordemos que “Plano” es un término que se usa frecuentemente sin conocerse su íntegro significado. No es un lugar ni una dimensión ordinaria del espacio, pero, sin embargo, es más que un estado o condición. Puede ser considerado como un estado o condición, pero entendiendo que el estado o condición es grado dimensional, depende de una escala, está sujeto a medida.
Ya tenemos una idea de la forma en que actúa el principio de Correspondencia, que nuestro propio ambiente terreno y en todo lo que nos rodea, podemos leer, descifrar, traducir como ocurren esas mismas cosas en otros planos. Que toda acción y condición tienen su analogía o su correspondencia en todos los demás planos de existencia, siempre tomando en cuenta que, a medida que la vida se eleva, se van ampliando las experiencias y los poderes.
A veces el hombre vive en situaciones que no la espera, o que nunca se ha dado cuenta que estaban cerca del o dentro de dichas condiciones, como dudas, temores, rabias, tristezas, etc. No podemos juzgar y apreciar exactamente cómo es una condición de vida superior a aquélla que estamos viviendo. Un pobre piensa de un rico “¿Cómo será de agradable él tenerlo todo?”. No lo está experimentando y no lo podrá apreciar totalmente hasta que se encuentre rico, aunque sí puede anticipar el agrado juzgando por lo que él mismo siente cuando logra satisfacciones, de acuerdo con su nivel económico.
Eso mismo ocurre entre planos o dimensiones. La hormiga vive en primero dimensión. La mente en ella no pasa de un ser un instinto. No le es posible, pues, ni calcular, siquiera la vida de un hombre. A esto he querido llegar para explicar el término “conciencia” que tanto usamos en Metafísica y cuando mencionamos la “conciencia” espiritual y la “conciencia material”, “el derecho de conciencia”, etc. Es el estado de adelanto o de atraso. Es el estar consciente de algo, en pleno conocimiento por el hecho de estar experimentándolo en carne propia o en mente propia.
Si a la hormiga le fuere posible meditar sobre el hombre y si se le pudiera enseñar a aplicar el principio de Correspondencia, habría que decirle aproximadamente: “Un hombre es un ser como tú, que fabrica su casa como tú, que buscas alimento como tú, que tiene su gobierno como tú y sus reglas de buen convivir, como tú”. Nada de lo demás lo puede captar porque nada de lo demás ha entrado en su plano de conciencia.
En cada plano existen adelantados que ya están casi a punto de ascender al próximo plano de conciencia, y que ya vislumbran, o presienten las condiciones superiores. Entre los animales hay perros, caballos, etc., de los cuales se dice, “le falta poco para hablar”. Entre los hombres surge un Jesús, por ejemplo, que condesciende en regresar a un plano inferior con propósito de enseñar a adelantar.

Nosotros estamos ya entre-planos, viviendo y aprendiendo las condiciones del plano Mental, al cual nos estamos graduando. Se dice de nosotros que estamos desarrollando “la conciencia espiritual”, o sea, que nos estamos haciendo consiente de cosas insospechadas por la gran mayoría que vive en “la conciencia material”. Por esto, es que la gran mayoría rechaza la idea de que los Platillos Voladores pueden ser naves espaciales dirigidas por superhombres, que vienen a escrutarnos, tal como nosotros nos detendríamos a escrutar a una pajarita en su nido empollando sus huevecitos no nos quieren mal. Sólo nos ayudan. Como es abajo es arriba.
Conny Mendez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario