miércoles, 17 de julio de 2013


por Osho


El mejor arreglo es trabajar en el mundo pero sin perderse en el. Trabajad durante cinco o seis horas y, luego olvidaos de todo. Dad al menos dos horas a vuestro desarrollo interior; unas pocas horas a vuestra relación, al amor, a los niños, a los amigos, a la sociedad. Vuestra profesión solo debería ser una parte de la vida. No debería solaparse en todas las dimensiones de vuestra vida, como sucede por regla general. Un médico se convierte en un médico durante casi las veinticuatro horas. Piensa en ello, habla de ello. Incluso cuando come es un médico. Mientras hace el amor con su mujer, es médico. Entonces es una locura; es enfermizo. Para evitar esto, la gente escapa. Entonces se convierte en buscadora las veinticuatro horas del día. Una vez más, comete el mismo error de ser algo las veinticuatro horas al día. Todo mi esfuerzo radica en ayudaros a estar en el mundo y, sin embargo, a ser buscadores. Desde luego es más difícil, porque habrá más desafío y situaciones. Es más fácil ser un médico o un buscador. Será complicado ser ambas cosas, porque eso os proporcionará muchas situaciones contradictorias. Pero una persona crece cuando tiene ante sí situaciones contradictorias. En la agitación, en ese choque de contradicciones, nace la integridad. Mi sugerencia es que trabajéis de seis a ocho horas y que las dieciséis horas restantes no seáis médicos. Emplead dichas horas para otras cosas: para dormir, para la música, la poesía, la meditación, el servicio, el amor, o para la re-creación. También eso es necesario. Si una persona se vuelve demasiado sabia y no puede re-crearse, se torna pesada, sombría, seria. Se pierde la vida.

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