martes, 19 de febrero de 2013

También puedes escoger eliminar ciertos sufrimientos físicos que no provienen de alguna falla orgánica
conocida. Hay muchos malestares físicos que a menudo no provienen de desórdenes fisiológicos como ciertos
dolores de cabeza, dolores de espalda, úlceras, hipertensión, urticarias, erupciones de la piel, calambres,
dolores diversos y así por el estilo.
Una vez tuve una paciente que juraba que hacía cuatro años que tenía dolor de cabeza todas las mañanas.
Todas las mañanas a las 6.5 esperaba que le llegara y entonces tomaba analgésicos. También mantenía bien
informados de sus sufrimientos a sus amigas y compañeros de trabajo. Se le sugirió a esta paciente que en
realidad ella quería sentir estos dolores de cabeza y los había escogido como una manera de llamar la atención
y de que la gente la compadeciera. También se le sugirió que podía aprender a no desear esto para sí misma y
que podía tratar de trasladar el dolor de en medio de la frente hacia un costado de la cabeza. Ella iba a
aprender a controlar su dolor de cabeza o a darse cuenta de que lo controlaba haciéndolo cambiar de lugar. La
primera mañana se despertó a las 6.30 y se quedó en la cama esperando su dolor. Cuando llegó pudo
}pensarlo} en otro lugar de su cabeza. Escogió algo nuevo para sí y finalmente dejó de escoger tener dolores
de cabeza.
Hay cantidad de pruebas que apoyan la teoría de que la gente escoge tener tumores, artritis, enfermedades
del corazón, "accidentes" y muchos otros males incluido el cáncer, males que se ha pensado siempre que le
suceden fortuitamente a la gente. En el tratamiento de enfermos "mortalmente enfermos", muchos
investigadores han empezado a creer que la manera de aliviar el mal es ayudando al paciente a no desear la
enfermedad en cualquier forma que sea. Algunas culturas tratan el dolor de esta manera, dominando
completamente la mente y haciendo que el autocontrol sea sinónimo de control mental.
El cerebro que está compuesto de diez billones de partes funcionantes, tiene suficiente capacidad de
almacenamiento como para aceptar diez novedades por segundo. Se ha calculado, y haciendo cálculos
moderados, que el cerebro humano puede almacenar una cantidad de información equivalente a cien trillones
de palabras, y que nosotros usamos sólo una pequeña fracción de este espacio.
Este instrumento que llevas contigo por todas partes es muy potente y puedes elegir usarlo de diferentes
maneras, algunas tan estupendas y tan fantásticas que ni siquiera se te habían ocurrido hasta ahora. Trata de
ser consciente de esto mientras vayas leyendo las páginas de este libro y trata de escoger nuevas formas de
pensar.
No te apresures a decir que este tipo de control es una forma de charlatanería. La mayoría de los médicos
han visto a pacientes que optan por una enfermedad física que no tiene causas fisiológicas. No es raro ver
gente que se enferma misteriosamente cuando se enfrentan con alguna circunstancia difícil, o que evitan
enfermarse cuando estar enfermo es sencillamente "imposible" en ese momento, y de esa manera postergan
los efectos, quizá la fiebre, hasta que no exista esa circunstancia tan importante, y sólo entonces se
derrumban.
Yo conozco el caso de un hombre de 36 años atrapado en una horrible situación matrimonial. Decidió el 15
de enero que el 10 de marzo dejaría a su mujer. El 28 de febrero desarrolló una fiebre de 40º y empezó a
vomitar sin poderse controlar. Esto se convirtió en una situación recurrente; cada vez que se armaba de valor
para decidir abandonar a su mujer le daba la gripe o un ataque de indigestión. Estaba eligiendo. Era más fácil
enfermarse que enfrentarse con la culpa, el miedo, la vergüenza y lo desconocido que implicaba el hecho de la
separación.
Escucha los anuncios que oímos por la televisión.
"Yo soy un Corredor de la Bolsa... así es que se podrán imaginar los dolores de cabeza que tengo que
soportar, las tensiones. Pero yo tomo esta píldora para quitármelos." Mensaje: No puedes controlar lo que sientes si trabajas en cierto tipo de empleos (profesores, ejecutivos, padres); por tanto, confía en algo que lo
haga por ti.
Nos bombardean con mensajes de ese tipo a diario. Lo que esconden e implican está muy claro y es que
somos unos prisioneros indefensos que tenemos que tener algo o alguien que haga las cosas por nosotros.
Tonterías. Sólo tú puedes mejorar tu suerte y hacerte feliz a ti mismo. De ti depende hacerte cargo de controlar
tu propia mente, y entonces debes tratar de sentir y actuar de las maneras que elijas.

Wayne W. Dyer


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