domingo, 15 de julio de 2012

Hay muchas fuerzas negativas que intentan bloquear e impedir nuestras oraciones mientras viajan por la red espiritual. Nosotros creamos esas fuerzas negativas con nuestras propias palabras y acciones hirientes. De la misma forma en que el granizo y el hielo pueden desconectar cables de alta tensión, nuestro comportamiento frío y amargado rompe las líneas de comunicación a la fuente de todas las bendiciones. El primer paso para atraer más bendiciones es cambiar nuestras palabras. Cada vez que queramos maldecir a un conductor, quejarnos ante una mesera o juzgar a un familiar, digamos algo bueno. Cuando observamos las palabras que decidimos pronunciar, cambiamos nuestras vidas para mejor Yehuda Berg

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