domingo, 24 de junio de 2012

Destruyendo nuestra libertad para crear por Juan Angel Moliterni


por Juan Angel Moliterni
El arquero, que competía para ganar una insignificante vasija de barro, disparó con gran pericia: sin esfuerzo, con gracia y precisión. Cuando aumentó la recompensa y ésta pasó a ser un adorno de bronce, sus manos empezaron a temblar, y sólo con un esfuerzo supremo pudo alcanzar el blanco. Cuando aumentó de nuevo la recompensa y ésta pasó a ser un lingote de oro, sus ojos le fallaron. Bizqueando como si fuera a quedarse ciego, temblando como una hoja al viento, falló completamente el blanco, y las risas de la multitud aumentaron su vergüenza. No es que hubiera perdido sus habilidades, sino sólo su confianza en ellas, al dejar que el valor imaginado de la recompensa destemplara sus nervios y enturbiara su visión… En la base de nuestra impaciencia lo que hay es una falta de confianza en nosotros mismos, en el otro y en el proceso que creamos juntos. Esta falta de confianza atrapa a ambos, destruyendo nuestra libertad para crear.

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